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EMBARAZO ESTIMULACIÓN PRENATAL

Las sesiones con el Oído Electrónico por medio del Método Tomatis ofrecerán la posibilidad de vivir la maternidad con una actitud más positiva, generosa y en armonía consigo misma, con su entorno y con el hijo que está en su vientre.

A lo largo de 9 meses,

madre e hijo…

Madre e hijo van a transformarse mutuamente en un hermoso dúo de amor del que ocurrirá el milagro de una nueva vida y la transformación de otra. En este periodo de gran trascendencia para ambos la calidad de la comunicación será muy importante pues el ser que se está gestando no va a quedar indiferente ante lo que ocurre.

La importancia de la vida intrauterina

El Dr. Tomatis tuvo la gran intuición de descubrir la importancia de la vida intrauterina y de hablarnos de todos los matices de esta vida y sobre todo de la vida afectiva del feto. No solo puso las bases teóricas sino que diseño un método para estimular positivamente tanto a la madre como al hijo/a.Las condiciones psicológicas en las que se desarrolla el embarazo tienen una importancia considerable para la pareja madre/hijo. La angustia o ansiedad persistente vivida por la madre puede afectar el desarrollo emocional del niño.

El feto se adapta a los ritmos, entonaciones y a los cambios de humor de su madre. Comparte sus dificultades. Si esta tiene problemas emocionales o psicológicos existe el riesgo de que el niño también los tenga.

El oído como primer órgano sensorial que se pone en marcha no es indiferente a esta situación y ya desde los primeros días de su vida el niño va captando informaciones. El feto tiene su propia capacidad cognoscitiva y su psicología. El embrion-feto no solo recibe pasivamente los sonidos sino que graba mensajes, analiza situaciones, dialoga con su madre y acumula toda la historia afectiva del embarazo.

El feto escucha desde el 4° mes y medio del desarrollo embrionario la voz de la madre por conducción ósea. A través de la columna vertebral y por la vibración que genera en ella la laringe, el sonido llega hasta la pelvis que se convierte en una enorme caja de resonancia. El sonido siempre es una cuestión de conducción ósea, a la cual solo es sensible el oído interno.

Esta escucha por parte de feto crea una gran estimulación psico-afectiva: La primera relación del bebé próximo a nacer. La madre al dirigirse al feto «moldea» su oído, transforma su escucha y su forma de entrar en comunicación con el mundo. Si la voz no es cálida, si el niño la percibe como una agresión, le impide entrar en la vida, encontrar el lenguaje y su universo.

Una mujer puede influir activamente en la vida de su hijo desde antes del nacimiento ¿Cómo? Hablándole. Este la va a oír y más importante aún la va a escuchar y a responder activamente a lo que oye. Una voz cálida y suave le hará sentirse amado y deseado. Durante la gestación la mujer es el nexo entre su bebé y el mundo, todo lo que a ella le afecte incide en él.

El feto es sensible a los cambios de humor

Es necesario tener una actitud protectora hacia la madre, la vida diaria modifica el ritmo y la calidad de la voz. El feto es sensible a estos cambios de humor. El estrés; las tensiones, las dificultades de comunicación con los demás, sobre todo con el marido, provocan descargas hormonales que afectan al niño en gestación, y el feto es lo suficientemente maduro para percibir el tono emocional de la voz materna.

Los centros del lenguaje se preparan desde la vida uterina, activados por la estrecha comunicación entre madre e hijo. Nuestros patrones del habla son tan definidos como nuestras huellas digitales y el origen de ellos provienen de nuestras madres, su aprendizaje comienza antes del nacimiento. El feto oye claramente desde el 5° mes y adapta su ritmo corporal al habla de su madre. No habrá un verdadero lenguaje si este primer soporte no está constituido.

El lenguaje se acomoda al Sistema nervioso por medio de una entrada especialmente adaptada: el oído, mediante dos vías:

  • Una, vestibular, el vestíbulo opera a la vez como un órgano de relación espacial y como central energética. Regirá la estática y la motricidad. Centrado en los ritmos dará lugar a una cierta imagen corporal.
  • Otra, coclear, va a crear una estimulación directa sobre el área cortical. Dará lugar posteriormente a la audición y a la escucha. En esta comunicación inicial, la semántica no se transmite, lo que llega es el mensaje enriquecido en su carga afectiva. El oído se cierra ante un entorno considerado como fuente de angustia; cuando un niño inconscientemente decide no escuchar está perturbando todo su sistema relacional y buscará vías de suplencia y compensación.

Cuanto más estimulado esté el feto in útero y cuanta más comunicación exista entre madre-hijo

MENOS PROBLEMAS FÍSICOS Y EMOCIONALES HABRÁ QUE ESPERAR AL NACER.

El feto está sometido a múltiples estímulos en su periplouterino:

  • Las impresiones y sensaciones por el contacto con el líquido amniótico y las paredes uterinas.
  • Las excitaciones de los sonidos: aportaran al feto mil impresiones.
  • Los ruidos viscerales.
  • El latido cardiaco.
  • El flujo y reflujo de la respiración.
  • Las vicisitudes de estos diferentes ritmos le harán conocer las presiones emocionales del medio.

Entre todos estos sonidos sobresale un sonido particular y característico, la voz de la madre que le va a indicar un estado afectivo y emocional, un comportamiento, una actitud y le va a dejar una huella imborrable. Nunca se olvida la vida intrauterina y en particular el momento que pasamos del ambiente acuoso al aéreo. Sueños, fantasías y otras expresiones son testigos de esas vivencias.

En el Centro Tomatis

DAMOS MUCHA IMPORTANCIA A ESTE PRIMER VÍNCULO SONORO PARA EL POSTERIOR DESARROLLO DEL BEBÉ, ya que el diálogo entre madre e hijo se va a instaurar. La posición de la mujer encinta que acepta su embarazo suele ser buena porque el crecimiento del útero hacia adelante la obliga a mantenerse erguida, lo cual favorece la transmisión de su voz al bebé.

En el diálogo madre-hijo lo que importa es la intención. Recomendamos a las madres hablar con su futuro hijo, leerles cuentos… respetando la postura rectilínea para garantizar la máxima vibración ósea. Entre el cóccix y la laringe (lugar de emisión) hay una pérdida de potencia, pero el sonido fundamental (el que se percibe efectivamente) pasa perfectamente con todos sus armónicos. La pelvis como caja de resonancia hace que algunos sonidos se amplifiquen y otros se deformen. Los sonidos que mejor pasan son los agudos y sabemos que el feto reacciona a la emisión de ciertos sonidos con movimientos y con una aceleración de su ritmo cardiaco.

La posibilidad de una estimulación «in útero» abre inmensas perspectivas para el bien del niño y de la madre. Cuanto más estimulado esté el niño en el útero más deprisa se hará la mielinización del nervio auditivo, su puesta en funcionamiento y la expansión del área cortical.

Efectos neurofisiológicos

En la madre:

Dinamización, relajación y eliminación de la angustia aportándoles además:

  • Un aumento de energía y de su conciencia
  • Mejor sueño
  • Los miedos desaparecen o se relativizan y también el cansancio o los cambios bruscos de humor
  • Un acceso más sereno al parto y partos más cortos
  • Una modificación de la postura fisiológica
  • Una disminución de la ansiedad durante el embarazo
  • Una vuelta a casa sin aprensiones, ni temores

Recuperan inmediatamente la energía perdida y buscan rápidamente restablecer el vínculo con el hijo recién nacido, estableciendo una relación más personal con su hijo.

El Dr. Tomatis dice en su libro «9 meses en el Paraíso» que «La madre sintonizada en el mismo universo acústico que su hijo, descubre en toda su dimensión el sentido de dar la Vida»

En los recién nacidos:

    • Estimula la estructuración y el desarrollo del cerebro del niño, facilitando de esta forma el establecimiento de la red neuronal, mejorando la función cerebral.
    • Los bebés nacen más fácilmente, lloran menos, comen y duermen bien.
    • Son más alegres, más tranquilos, más vivos, despiertos, activos, con muchas ganas de vivir.
    • Perciben todo lo que pasa a su alrededor y ¡sonríen cuando escuchan a Mozart!. Poseen recuerdos felices: al nacer los niños son capaces de reconocer los sonidos conocidos, lo que les provoca tranquilidad y seguridad. Y a través del apego los niños reconocen los latidos de la madre, su respiración y su voz, lo que se complementa muy bien con música conocida.
    • Más adelante, las madres se sorprenden de la precocidad y madurez de sus hijos: mejor tono muscular, desarrollo acelerado del esquema corporal, adquisición más rápida del lenguaje.